Proyecto de rehabilitación de un pajar con era en Llessui

A 1.400m de altitud se encuentra el pueblo de Llessui, en el corazón del Valle de Àssua. Casa Roi es una familia de toda la vida de este pueblo, y tiene un proyecto ganadero de oveja. Algunas de estas ovejas se refugian y se alimentan en el pajar que tiene la familia en el extremo suroeste del pueblo, con unas excelentes vistas del Valle de Àssua y el puerto del Triador, conexión con la vecina Vall Oscura. Como apoyo económico a su actividad ganadera, los de Casa Roi se plantean rehabilitar el pajar para ubicar una pequeña casa de turismo rural.

El conjunto es un edificio con era, orientado perfectamente a sur y con impresionantes vistas. La construcción consiste en una planta semisótano con acceso por pista, una planta baja a la que se accede desde la era y finalmente la planta primera.

Proyecto: El proyecto ha priorizado mantener y aprovechar las preexistencias, realizando actuaciones para adaptarlo al nuevo uso, asegurar su eficiencia energética y dando mucho peso a la iluminación natural. El proyecto se desarrolla en una planta baja relacionada con la era donde encontramos un recibidor y un baño, la cocina-comedor y una habitación doble. A través de la escalera se llega a la planta primera, donde encontramos una sala abierta a las vistas del valle con un pequeño altillo y dos habitaciones con baño incluido. En la planta semisótano se sitúan espacios de almacenamiento y de instalaciones.

Estructura: En este proyecto, la propia estructura existente es la que define la imagen del edificio. Originalmente, los pajares eran edificios de uso agrícola. La estructura tradicional y más habitual tiene dos plantas: una inferior como cuadra para animales y ganado y una segunda para el secado de la hierba.

La estructura del pajar se basa principalmente en muros estructurales de piedra del país y mortero de cal en todo su perímetro, y estructura horizontal de vigas de redondos de madera y mesa de madera. 

En familias adineradas se disponía de un tipo de pajares llamados “lúpies”, pajares especiales cerca del campo que se usaban para el secado de los últimos daños de hierba. Tienen una pared, normalmente sur o muy soleada, completamente abierta y/o con barras de madera. En la mayoría de los casos los pajares ya responden a esta función que tienen las lupias, y las aberturas permiten el secado en épocas cálidas y en invierno se tapan con tablones de madera. El pajar objeto de proyecto muestra tanto en la estructura como en la fachada suroeste señales de haber tenido estas grandes aberturas o “gayales”, ya que los muros son más delgados que en el resto del perímetro y encontramos un pilar que cubre toda la altura del edificio donde apoya la cumbrera. Posiblemente, con los años se le quitó la función de secado y se tapiaron las aberturas con muro de piedra.

En el proyecto, pues, se recupera la fachada suroeste original, liberando el pilar central de la fachada y derribando parte del muro de piedra que actualmente conforma esta fachada, para sustituirlo por aberturas y una fachada opaca pero más ligera conformada por un entramado ligero de madera.

[En fase de Proyecto Ejecutivo]