Diagnóstico y propuestas feministas en pueblos de montaña 

Proyecto de investigación sobre cómo el género ha afectado y afecta a la percepción que tenemos del territorio, en concreto del Pallars.

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PRIMER TALLER

1. Hemos puesto en común uno mapeo individual de reconocimiento de los pueblos en los que vivimos, donde vemos reflejadas las experiencias personales de cada una de las participantes.

Nos ha servido para trabajar la relación que tenemos con nuestro entorno a través de la definición de las actividades cotidianas, los distintos itinerarios que realizamos y la identificación de los espacios que utilizamos.

“¿Qué espacios utilizamos más? ¿Dónde nos sentimos más cómodos? ¿Qué espacios o recorridos evitamos? ¿Cómo son los espacios de relación de mi pueblo? ¿Cómo me desplazo? ¿Cómo cambian mis rutinas según la meteorología/momento del día/días festivos y laborables? ¿De qué servicios/derechos dispongo? Diferenciación entre actividades individuales, comunitarias, productivas, reproductivas. ¿Qué sensaciones y percepciones experimento en estos recorridos?”

2. Después de poner en común las experiencias cotidianas en nuestros pueblos, dibujamos los recorridos

que echamos de nuestros pueblos. Diferenciamos las actividades productivas, reproductivas, comunitarias y

personales, especificando el tipo de transporte con el que los hacemos.

“¿Cuáles son las poblaciones o lugares en los que, aparte de mi pueblo, hago más vida? ¿Cuáles son las actividades que hago

mayoritariamente fuera de mi pueblo? ¿Es porque quiero, o porque no puedo hacerlas ahí? Qué equipamientos y

servicios utilizo? ¿Existen espacios que no utilizo? ¿Por qué? Qué aspectos detectamos que nos ayudan al

desarrollo de la vida cotidiana? ¿Cuáles nos son desfavorables?”

Hemos puesto sobre la mesa cuáles son los ámbitos que tienen más relevancia y afectan más a nuestras vidas cotidianas para tratarlas en el segundo taller y generar un espacio de debate para hacer propuestas de mejora.

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SEGUNDO TALLER

Hemos realizado un recorrido para Pobla de Segur, una Población conocida por todas y uno de los núcleos de servicios

y equipamientos del Pallars Jussà.

A lo largo del recorrido, hemos ido describiendo y analizando los entornos por los que hemos pasado, valorando si nos facilitan o nos dificultan el desarrollo de nuestra vida Quotidiana.

Hemos buscado la relación entre las características físicas de los espacios que utilizamos con la forma en que nos movemos en y entre ellos, y la experiencia que tenemos.

Después del primer taller de diagnosis, hemos pasado a la parte de propuestas.

Hemos trabajado en dos grupos, de forma paralela, en las dos escaleras que hemos analizado: escalera pueblo/recorridos a pie y escalera territorial/ recorridos en vehículo. Hemos ido recogiendo y clasificando las diversas propuestas según la magnitud de la intervención y si éstas eran demandas a la administración o propuestas autoorganizadas.

En la escalera de pueblo hemos tratado problemáticas como la falta deespacios adaptados a diversas condiciones meteorológicas, la estacionalidad presentes en el uso y la ocupación de los espacios, el control social presente en pueblos pequeños, la falta deespacios seguros y accesibles…

En la escala comarcal, hemos tratado temas como los desplazamientos, las comunicaciones, los servicios básicos, los espacios de relación… que nos generan debates como: los servicios deberían ser accesibles a todas las personas; deben ser itinerantes? deberían estar más descentralizados? ¿deberíamos contar con una red de transporte público y/o colaborativo? ¿nos podríamos autoorganizar entre vecinas? para autoorganizarnos y compartir recursos, ¿acaso necesitaríamos más espacios de encuentro que se adapten a la climatología del Pirineo?

¡Acabamos estos talleres con mucha información valiosa, gracias por tantas propuestas originales y motivación a las participantes!

Ahora toca trabajar por dar continuidad al proyecto y recoger el máximo de voces y experiencias.

El urbanismo feminista consiste en pensar el espacio público poniendo la vida en el centro. Los roles impuestos desde la sociedad han marcado durante mucho tiempo un espacio público masculinizado y un espacio doméstico para mujeres. Es por ello que la forma en que el primero ha sido pensado ha sido respondiendo a las necesidades masculinas y productivistas, mientras que se ha relegado a un segundo plano las necesidades de todas las identidades que no cumplían con este perfil (Identidades no binarias, mujeres , personas con diversidad funcional, migradas, niños, ancianos, y un largo etc…).

El espacio público es un elemento presente en nuestro día a día, e importantísimo a la hora de relacionarnos.